martes, 23 de junio de 2015

RECITAL DE POESÍA. PALACIO DE CRISTAL: Abdul Hadi Sadoun.


Nuestra diferencia
                         porque vivimos el mismo tiempo...

                                                             Abdul H. Sadoun

      En uno de los dos pulmones de Madrid, el parque del Retiro, y dentro de su Palacio de Cristal tiene lugar este verano diversas actividades culturales, recitales de poesía, cuentacuentos, tertulias, dentro del palacio hay una jaima, creada por el artista sevillano Federico Guzmán, una tienda de campaña dentro del bello salón acristalado. Acudimos al recital del poeta Abdul Hadi Sadoum, poeta, escritor, traductor, hispanista, editor de revistas, de amplio conocimiento de la literatura latino-americana. Iraquí y poeta afincado en España, cómo el mismo nos recuerda, su país es cuna de la escritura, de las mil y una noches, país de dolor y cercado por años de barbarie, Bagdad fue una de las luces, junto a Córdoba, cuna de la mejor cultura y una de sus legendarias estrellas. Abdul une en su persona un puente hispano entre América, la península, y el poso árabe andalusí, amante de Borges, de Lorca, de Saadi Yousef, de Cervantes, de Cortázar, de Fardusi....Dice un poema de Abdul:

                 Te construí un barquito
                 a la manera de los románticos
                 pero ocupado en adornos
                 olvidé remar.

                Te reconstruyo
                uno tras otro
                los barcos de una flota
                condenada al naufragio
                y se pierden
                en la charca
                zozobran 
                cada día.

Campos del extraño. Editorial alhulia. Granada. 2011



     Allí estuvimos con amigos que trabajan por la identidad de sus pueblos, en esta cercanía que nos une a todos como migrantes, como ciudadanos del mundo en un Madrid abierto y cosmopolita, pues la ética o es universal o es sesgada, los mismos problemas suceden en las mismas personas, y los mismos derechos culturales nos debemos. Compartimos tertulia con Abdo Tounsi, Presidente del Círculo Intercultural Hispano-Árabe y con la presidenta de la Casa Serbia, Dusica Nicolic, el Paraguay presente como invitado latino. 


MI NOCHE Y TU MAÑANA

                              La noche
                              continúa 
                              ruidosa
                              y la luz de la mañana
                              burlona,
                              pretende ignorarla.

                             Como la noche
                             continúo
                             y la mañana, 
                             burlona,
                             pretende ignorarme
                             y niega con la cabeza.

                     de Cámaras del Tiempo (2000-2008)

miércoles, 10 de junio de 2015

LA GUERRA DEL CHACO 12 de JUNIO - 80 aniversario.


                               B.J.Gómez "Prisioneros bolivianos"

Pequeño homenaje al soldado desconocido


"...porque del infierno verde
sólo Dios se acordará."

     Este viernes, 12 de Junio, se cumplirán 80 años desde el final de una guerra moderna y desconocida, el segundo gran conflicto que tuvo que afrontar la nación paraguaya esta vez contra una sola nación, Bolivia, fue la guerra del Chaco boreal, y transcurrió en aquellos mil días de fuego y sed entre 1932 y 1935, aún quedan testimonios vivos de excombatientes grabados en videos y que pueden verse en canales de la red.

     En la historia de todos los tiempos se repiten tanto los intereses económicos como el desprecio del enemigo. Si en la famosa arenga de Mitre, en la guerra Guasú, la victoria sobre los paraguayos era cosa de meses, el presidente Boliviano, Daniel Salamanca, provocó una guerra contra el Paraguay por dos motivos, temor a las revueltas sociales interiores y los intereses de distintas compañías petrolíferas, en el Chaco había petróleo, no sólo aquellos indígenas abandonados durante decenios. Paraguay, en sus grandes guerras exteriores nunca fue beligerante, sus guerras fueron de defensa del territorio, mantuvo lo que pudo y perdió en su historia una gran porción.

     El Chaco es una llanura extendida entre la cordillera de los Andes y el río Paraguay, y en época de la independencia era habitada por indígenas irredentos a cualquier poder estatal. Es una pequeña prosperidad en la zona lo que la convirtió en lugar de interés, y sobre todo suponía para Bolivia una salida al mar a través de los ríos, un puerto Atlántico, además del mencionado petróleo. El Chaco Boreal dejó de ser igualmente un desierto para el Paraguay para convertirse en una zona estratégica, los establecimientos ganaderos y forestales del Chaco eran una parte importante de los ingresos fiscales del Paraguay, y por allí andaban los capitales británicos y la Standard Oil, el presidente que defendió el país en aquel momento crítico fue don Eusebio Ayala. Tras las primeras derrotas bolivianas, Daniel Salamanca fue derrocado por el ejército y D. José Luis Tejada Sorzano, el vicepresidente ocupó la jefatura.

      Se calcula que cerca de cien mil soldados perdieron la vida en el conflicto. Bolivia no tenía motivos para despreciar a la infantería paraguaya, la más heróica del mundo desde los 300 espartanos de Leónidas, que no fueron 300 sino unos 1500 con sus aliados, si estos murieron todos, la infanteria paraguaya luchó hasta el último varón vivo en Acosta Ñu, en la guerra grande, allí formaron para el combate niños con bigotes pintados y barbas postizas. El desprecio argentino le costó a la Triple Alianza en Curupaytí el osario de Laguna Méndez. La épica de la Guerra del Chaco queda ligada a nombres de lugares y personajes, fortín Boquerón, Nanawa, Toledo, Estero Patiño... este es un pequeño homenaje al soldado desconocido, sea Boliviano o Paraguayo. 

     El poeta Tarijeño Octavio Campero Echazú, puso letra a una de las mas bellas canciones, una cueca boliviana sobre el conflicto:


                                               
                                               Si aún queda llanto en tus ojos
                                               para llorar mi partida
                                               no llores mientras la vida
                                               deja un minuto de amor

                                               Ese minuto de vida
                                               a la orilla de la muerte
                                               tiene el encanto de verte
                                               resignado ante el dolor

                                               Llorarás cuando mañana
                                               ya de ti nadie se acuerde
                                               porque del infierno verde
                                               sólo Dios se acordará.




martes, 2 de junio de 2015

PROYECTO EUROPA LEE PARAGUAY. CEPA2015

           
PENSAR UN PAÍS


    Pensar un país, pasa por la conjetura, por la intuición, por adivinarlo, por leerlo. Porque un país deja señales y signos en su historia, en su cultura, porque la cultura es su gran joya y, si este es pobre, como se le atribuye al Paraguay, con más razón aún, hubo personas en el pasado que se permitieron, a costa de ser perseguidos, o de su miseria material, de crear un poema, de pensar, héroes civiles, en una patria de militares insignes, Solano López fue amante de las letras y de las armas. 



      El pasado cultural es oro en bruto, en la nación paraguaya, por desconocido, el presente sería la plata futura, porque en sus aspectos más prosaicos, crematísticos, la cultura es también turismo, es imagen, es conocimiento y es dinero tangible. Imaginar el Paraguay desde un español es sobrevolar sus ríos, sus tierras, ganadas y perdidas en guerras, su genocidio, es comparar virtudes y defectos, acaso España no emigró y levantó Alemania, ¿la guerra del Chaco no fue nuestro Marruecos? Nosotros en la comparación éramos los pobres Bolivianos, porque invadimos y perdimos. Acaso la invasión de la Triple Alianza, no fue nuestra invasión del amigo Napoleón, con sus afrancesados, otra guerra civil con exilios, con Goya en Burdeos. Acaso nuestra guerra civil fratricida no tuvo en Paraguay sus guerras entre hermanos, sus mismos dictadores. 
España es el país del mundo con más guerras civiles, pues hasta las independencias americanas tienen algo de guerra civil. Colón regresó a España encadenado, pero Miranda también, dicen que traicionado por Bolívar, murió aherrojado en La Carraca de Cádiz. 
    Están las personas y están las naciones, la Historia y las Biografías, si los pueblos indígenas sufrieron el descubrimiento no digamos los descubridores, en un viaje donde ser Adelantado, era destino de desgracia, Cabeza de Vaca, otro esposado en el banquillo.

     Este pensamiento iguala sufrimientos paralelos de nuestras dos naciones, cuya historia compartimos hasta 1812. No sé quien dijo, que el Paraguay, es un país que atrae utopías, como dijo Efraím Cardozo, el Ortega paraguayo, olvidado, como toda su gran literatura clásica, que descubro por blogs y portales, decía Cardozo que el Paraguay es también para quien lo siente y lo hace suyo, seguramente pensó en Barrett, en Viriato Díaz, en Josefina Plá, en tantos uruguayos y argentinos.

     Paraguay atrae por su oscuridad, por su no dejarse ver, a la contra. Paraguay se quiere pero también se desprecia hacia el exterior, algo por otro lado muy español, junto a la envidia, hay en el paraguayo una especie de valentía sobrenatural y generosa, en momentos críticos, podríamos hablar de varias herencias en el carácter.

     Pero que interese el Paraguay a unos cuantos intelectuales foráneos es una anécdota, porque el problema es el poco interés del paraguayo en su cultura escrita, en sus autores clásicos, la eterna jeremíada de sus intelectuales y sus gobernantes, la malograda educación, que nunca llega a ser un proyecto constante, una labor y una acción que cruce el río colorado de las presidencias, de los gobiernos, de cualquier color, la educación es un tema crítico y urgente, pienso, en Paraguay, educación, acción, animación, voluntad e implicación del paraguayo y sus gobiernos, es lo necesario para que, desde la responsabilidad hacia las generaciones futuras, los niños de hoy, conozcan y lean, un legado cultural, su joya.

     Leer no es fácil, quién incita a leer por leer puede tener buenas intenciones, pero no es lo mismo leer novelas que leer un ensayo o un poema, o artículos políticos, o biografías. Leer es siempre bueno, claro, pero el legado de un país que se piensa, que quiere progresar, que no quiere partir descalzo hacia destinos remotos, es un país que parte de la riqueza de sus pensamientos propios, nacionales, de sus poemas más íntimos, de sus maravillosas poetisas, grandes paraguayas igualaron en arte y valentía a sus hombres, un verso en manos de una mujer puede ser tan valiente como un fusil en manos de un sargento, en un Paraguay machista.

     ¿Qué se puede hacer por el Paraguay en materia de cultura? Pongamos que esto le interesa verdaderamente a treinta mil paraguayos. Una minoría, lectora y preocupada por el desarrollo de los derechos culturales de los paraguayos. No siempre el número coincide con la élite, puede haber élites interesadas en la pobreza intelectual de su nación, mas sumisa, menos rebelde, mas cerrada de puertas y ventanas en su chakra, con proclamas patrióticas de nacionalismo rancio y seudoperonismo, el futuro del Paraguay se juega en una mayor implicación de sus universidades en una crítica inteligente dentro y vigilidada con cierto riesgo, y en donde no hay vigilancia alguna que valga, en su inmigración, en sus mentes libres y preparadas, generaciones futuras preparadas en el exterior a quienes se les ha privado, durante años de su preparación, de su educación materna, de sus libros de sus autores, del mismo bilingüismo que tanto se defiende allá y se olvida acá, los niños del Paraguay, pierden su tradición bilingüe, la acción cultural paraguaya exterior depende de la ayuda europea, del país de acogida, quiten varios nombres de periodistas, animadores y editores en Paraguay, pienso en Alonso de las Heras, Pablo Burián, Fernández Bogado, Ignacio Telesca…qué sería hoy la cultura del Paraguay sin esos nombres, sin sus piezas sueltas, sin sus actores, y ojo, sus mayores críticos.

      La crítica le costó la vida a tres periodistas, imaginen el valor de ella. Paraguay tiene que hacerse así mismo culturalmente, y no pensar siempre que se lo van a construir desde fuera, por eso concebimos el centro europeo del Paraguay como un proyecto desde y por el Paraguay. ¿Una utopía, un sueño, o una necesidad?

      Escribo desde un país en crisis, donde el político y la corrupción junto a la maltrecha economía son los mayores problemas según las estadísticas y el sentir ciudadano. Con un impuesto en cultura del 21%, en un país donde el dinero en cultura se fue en edificios fantasmas, en ladrillos, en gestores, la cultura de base vivió de alguna migaja. España goza de prestigiosas instituciones, que además son productivas, el castellano, la imagen España, España recoge cosecha de su acción cultural, no digamos Francia, paradigma de país que mima y vende su cultura, que la vive como una religión, no sin críticas de instrumentalización, Marc Fumaroli, el escritor francés, la describe como una religión moderna no sin excesos de cinismo.
     Porque la cultura es dinero, repito, en imagen, en prestigio, en turismo, es la joya mostrenca de una nación que se quiere.

      Desde la intuición, desde el fondo editorial de el lector, editorial, cómo elegir una biblioteca elemental, qué títulos debería tener una asociación o una fundación, o una embajada que quiera presentar un mínimo de clásicos a una persona interesada en saber del Paraguay, de un paraguayo que en Suiza o Francia, con interés en su propio país además pueda leer a sus clásicos, un estudiante que quiera leer guaraní, saber de sus poetas, de sus novelistas, de sus pensadores.

     Generar una lista es exponerse a dejar fuera títulos esenciales o incluir alguno que no lo merece tanto, bien por desconocimiento mío bien por no estar en el fondo de la editorial “el lector” con quienes deseamos colaborar y apoyar en su revolución cultural, desde nuestro modesto portal. Pienso en “el dolor paraguayo” de Barrett o en el escritor Teodosio González, y su “Infortunios del Paraguay”, este inencontrable.

     Elaborar una lista de una Biblioteca Básica y Clásica del Paraguay es un riesgo, pero el error lo cometo a cambio de que se critique la lista, se añada, se elimine, se critique y se complete, y desde aquí incito a la Universidad paraguaya, a todas, a los intelectuales y ciudadanos paraguayos a implicarse en una lista de 45 títulos esenciales de la historia cultural del paraguay, he elegido desde el fondo de la editorial “el lector”. 

     Para acabar quiero hacer una pregunta PENSANDO UN PAÍS ¿se puede acceder verdaderamente a la cultura sin libros?. La cultura es un derecho. Y no encuentro los libros.

 BIBLIOTECA BÁSICA CULTURA PARAGUAY “EDITORIAL EL LECTOR” Europa lee py

1.        Rafael Barrett, Germinal, ANTOLOGÍA
2.        Antología del teatro clásico paraguayo, Jorge Aiguadé.
3.        Antología de la literatura paraguaya. Teresa Méndez Faith
4.        Ñande Ipi Cuéra. Narciso R. Colmán
5.        Fabulaciones. Elvio Romero
6.        Imágenes sin tierra. José Luis Appleyard
7.        Josefina Plá. Poesías completas.
8.        Cuentos. Mario Halley Mora.
9.        Los exiliados. Gabriel Casaccia.
10.     El paraguayo. Saro Vera.
11.     Rafael Barrett, Miguel Ángel Fernández. Colección protagonistas.
12.     La literatura paraguaya como expresión. Roque Vallejos.
13.     La poesía y la narrativa del Paraguay. Francisco Pérez Maricevich.
14.     Antología poética. Manuel Ortiz Guerrero.
15.     Antología poética. César Alonso de las Heras.
16.     Poesía completa y otros textos Hérib Campos Cervera.
17.     Poesía y cuentos completos. Julio Correa.
18.     Poesías completas Eloy Fariña Núñez.
19.     Antología poética. Roque Vallejos.
20.     La sierra de la plata y otros ensayos. Manuel Domínguez.
21.     Textos escogidos. Natalicio González.
22.     Antología. Ignacio A. Pane
23.     El Paraguay colonial, las raíces de la nacionalidad. Efraím Cardozo.
24.     Memorias militares. Silvestre Aveiro.
25.     Crónicas de la Guerra 1864-1870. 4 tomos. Efraím Cardozo.
26.     Memorias o reminiscencias de la Guerra. 4 tomos. Juan Crisóstomo Centurión.
27.     El Paraguay de la conquista. Efraím Cardozo.
28.     La soberanía del Paraguay. Carlos A. López.
29.     Historia contemporánea del Paraguay. Gomes Freites.
30.     Cartas y proclamas. Mcal. Solano López.
31.     El comunismo de las misiones. Blas Garay.
32.     La revolución comunera del Paraguay. Viriato Díaz Pérez.
33.     Yo anduve por aquí. Memorias. Mario Halley Mora.
34.     Mi vida de ciudadano y maestro. Ramón Indalecio Cardozo.
35.     Paraguay, las obras hidroeléctricas. Aníbal Miranda.
36.     Lo mejor de Ética y moral. Roque Vallejos.
37.     Migraciones. Eligio Ayala.
38.     Contra la sagrada resignación. Alfredo N.
39.     La sociedad a pesar del estado. Arditi-Rodríguez.
40.     Cuentos completos. Josefina Plá.
41.     Mitos y Leyendas del Paraguay. Fco Pérez Maricevich.
42.     San la muerte. Rivarola Matto.
43.     La pierna de Severina. Josefina Plá.
44.     Cuentos Breves. Barrett.
45.     El poeta y su encrucijada. Elvio Romero.

JOSÉ LUIS APPLEYARD, un gran poeta asunceno.



    José Luis Appleyard (Asunción, 1927- 1998) fue poeta, narrador, periodista y dramaturgo paraguayo. Perteneció a la Generación de 1950. Estudió en Buenos Aires y se graduó de abogado en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Asunción. Trabajó en la carrera de leyes durante casi una década antes de dedicarse por completo a la literatura y al periodismo.
   
      Discípulo del español César Alonso de las Heras, sacerdote, pedagogo y gran animador cultural de las letras paraguayas y fundador del Colegio del Colegio de San José en 1940, le condujo en su etapa de estudiante hacia su vocación literaria y su posterior integración en aquella Academia Universitaria, de la que José Luis Appleyard llegaría ser presidente.

     Popular en su faceta de bohemio que se dedicaba a animar las noches de Asunción con sus recitados, José Luis Appleyard se distingue sobre todo por su obra lírica: Entonces era siempre (1963), su primer libro, le siguieron los poemarios El sauce permanece (1965), Así es mi nochebuena (1978), Tomado de la mano (1981), El labio y la palabra (1982), Solamente los años (1983) y Las palabras secretas(1988). Fue un gran admirador de Góngora y García Lorca.

    Publicó también una serie de sesenta relatos poéticos breves titulada Desde el tiempo que vivo (1993), que mereció el Premio Municipal de Literatura 1994, y una selección de sus versos en Antología poética (1996).

     Su producción teatral permanece inédita, a pesar del reconocimiento que logró ya en su momento; el drama poético Aquel 1811, sobre el levantamiento independentista de Paraguay, le valió el Premio Municipal de Teatro en 1961. De su faceta como novelista destaca Imágenes sin tierra (1965); recopiló además dos series de soliloquios, Los monólogos (1971) y La voz que nos hablamos (1993). 

     Durante la última etapa de su vida Appleyard se ocupó de alentar a jóvenes escritores que le acercaban sus trabajos; se lo conocía como un crítico mordaz. Durante muchos años redactó una columna en el vespertino Última hora, donde rescataba el uso del "yopará" (una mezcla popular de castellano y guaraní) en forma de monólogos humorísticos.

     En 1997 se le concedió el Premio Nacional de Literatura por su último libro: Cenizas de la vida.