No es cómoda la política para el filósofo, porque recuerda a
Platón y, a Garzón, que era juez, y a Savater en UPD…de ahí la excusa de ser
independiente “aunque no indiferente”.
Ángel Gabilondo es un sabio, un magnífico retórico, tiene humor e
ironía, quizá demasiado inteligente para un mítin, terreno que domina a la
perfección el candidato a la alcaldía de Madrid, Juan Antonio Carmona, más
populista y en mi opinión el mas eficaz de los tres, porque incita a la pasión
y aborda mejor los peores temas, crisis, paro, desesperación, corrupción.
También habló Pedro Sánchez, que acabó su intervención al grito de Presidente,
Presidente...de un recinto entregado, fiel, diría que veterano.
Ayer, en un
paseo de la Habana abarrotado, sede de la Once, Pedro Sánchez pidió excusas
también, porque no cabíamos. Quizá no se esperaba tanta participación, quizá se
esperaba el reproche hacia un candidato que no llega de unas primarias, sino
por la destitución de quién sí fue elegido por las bases en un proceso de
primarias: Tomás Gómez. Ángel Gabilondo citó a Kant: “La honradez es la mejor
de las políticas” y es que la Ética está bajo mínimos, fue la guía del
discurso, principios, valores y como buen catedrático, un recuerdo para el
déficit de innovación, por la cultura y el conocimiento. Estaban presentes la
plataforma de afectados por hepatitis C, en Andalucía, recordó el candidato,
son atendidos y tratados, un colectivo que requiere decisiones urgentes. Un
buen discurso de Ángel Gabilondo, un valor para Madrid, aunque él mismo no se
considere valiente, un filósofo rodeado de economistas, suerte para el maestro.
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